Desarmados, así vigilan elementos de la Guardia Nacional el Metro de la CDMX
La megavigilancia militar fue la respuesta ayer de la Jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, a las constantes fallas y accidentes en el Metro capitalino. Sheinbaum anunció el despliegue de 6,000 elementos de la Guardia Nacional en el Metro luego de una serie de incidentes que calificó como “atípicos”.
Desarmados y con una presencia discreta, así se vio a elementos de la Guardia Nacional en el Sistema de Transporte Colectivo. En las estaciones de menor afluencia se desplegaron a dos elementos por andén, pero en las de mayor movimiento o con correspondencia con otra línea del Metro la presencia fue más notoria.
La morenista anunció que 6 mil 060 elementos de la Guardia Nacional vigilarán el Metro, una cifra que duplica a los guardias que resguardan todo el Estado de Nuevo León, que son 2 mil 874.
Esa cifra también rebasa a la de otras 28 entidades, incluyendo Estados con altos niveles de violencia, como Zacatecas o Michoacán.
Los más de 6 mil elementos federales se suman a los 5 mil 853 agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina que actualmente vigilan las 190 estaciones del Metro.
En la mañanera de AMLO, Sheinbaum justificó el despliegue militar ante los últimos incidentes, que catalogó como «fuera de lo normal».
«Han venido ocurriendo en los últimos meses, episodios que nosotros catalogamos como fuera de lo normal», señaló.
«Y, por esta razón, me permití hablar con el Presidente de la República y solicitarle la presencia de la Guardia Nacional en el Metro».
Ante el anuncio, el representante sindical del Metro, Fernando Espino, acusó ayer que el sistema carece de una partida para dar mantenimiento a instalaciones y a trenes.
Aseguró que las fallas, como el estallido de neumáticos, son eventos cotidianos, ante la falta de recursos.
Algunos usuarios se mostraban escépticos por el despliegue militar.
«¿Para qué queremos más seguridad? Yo quiero que arreglen el Metro porque está fallando mucho», reprochó la usuaria María de Jesús Romero.
fuente: cnn