Presupuesto 2026 explicado fácil: en qué consisten los nuevos impuestos

El Gobierno federal entregó al Congreso su propuesta de presupuesto para 2026, conocida como Paquete Económico, y con ella llegaron las sorpresas que impactan directo en el bolsillo: suben los llamados “impuestos saludables” y se amplían a productos que antes no estaban en la mira, como los videojuegos violentos y las apuestas en línea.

La Secretaría de Hacienda plantea que la economía mexicana crecerá entre 1.8% y 2.3% el próximo año, cifras que superan las proyecciones de varios organismos internacionales. El gasto estará enfocado en programas sociales, infraestructura y transición energética. Pero lo que más ha llamado la atención es el aumento de los impuestos especiales (IEPS), que encarecerán ciertos consumos cotidianos.

Refrescos, tabaco y apuestas, en la mira

El golpe más visible viene en los refrescos: la cuota pasará de 1.64 a 3.08 pesos por litro, prácticamente el doble de lo aprobado en 2025. Esto incluye tanto a bebidas con azúcar tradicional como a las que usan endulzantes no calóricos. La justificación oficial es la salud pública: casi 8 de cada 10 adultos padecen sobrepeso u obesidad, lo que representa un gasto enorme para el sistema de salud.

En el caso del tabaco, la tasa ad valorem subirá de 160% a 200%, con aumentos graduales hasta 2030. Además, se incorporan al IEPS los nuevos productos de nicotina que han ganado mercado en los últimos años. El argumento es contundente: el tabaquismo está vinculado a más de 63 mil muertes al año en México por enfermedades respiratorias, cáncer y problemas cardiovasculares.

Pero la novedad está en los videojuegos y las apuestas. Los servicios digitales con videojuegos violentos pagarán un impuesto del 8%, mientras que las apuestas subirán del 30% al 50%. Según Hacienda, hay estudios que relacionan los videojuegos con mayores niveles de agresión en adolescentes, además de efectos sociales como aislamiento y ansiedad. En cuanto a las apuestas, el gobierno apunta a que la proliferación de casas en línea ha provocado daños económicos y familiares cada vez más visibles.

Un presupuesto con doble filo

El Paquete Económico 2026 no solo busca recaudar más. También pretende enviar un mensaje: los hábitos de consumo tienen un costo social. Al mismo tiempo, la propuesta refleja el esfuerzo de mantener programas sociales y obras de infraestructura sin frenar el gasto público.

El panorama económico, sin embargo, no está exento de riesgos. Aunque Hacienda confía en un crecimiento mayor al previsto meses atrás, la realidad es que gran parte de la recaudación descansará en el comportamiento del consumo interno. Y ahí es donde los aumentos de impuestos pueden jugar en contra: un refresco más caro, un cigarro menos accesible o una apuesta menos atractiva podrían frenar lo que se quiere recaudar.

La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta con este paquete su segundo año completo de gobierno y busca equilibrar la narrativa: México, dice, muestra resiliencia frente a un entorno global complicado. La economía creció más de lo esperado en la primera mitad de 2025, lo que permitió ajustar al alza las proyecciones.

El presupuesto 2026, en pocas palabras, se vende como una apuesta por la salud, la estabilidad y la inversión en el futuro. Pero también deja claro que el Estado busca disciplinar ciertos consumos mediante impuestos. El debate en el Congreso será intenso: ¿se trata de medidas responsables o de un golpe al bolsillo de millones de familias?

Lo cierto es que, con más de 120 millones de mexicanos tomando decisiones de compra todos los días, lo que en papel se ve como política fiscal, en la vida cotidiana se traducirá en la cuenta del súper, el precio de la cajetilla o el costo de una partida de videojuegos en línea.

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