Gonzalo Guerrero, el español que eligió ser maya
El Instituto Nacional de Antropología e Historia estrenó el documental Gonzalo Guerrero. Mestizaje y resistencia, dedicado al navegante español que rechazó unirse a Hernán Cortés y decidió vivir entre los mayas, adoptando su lengua, costumbres y familia. La producción, presentada en el Día de la Nación Pluricultural, busca acercar esta figura histórica a nuevas generaciones.
Guerrero llegó a las costas de Quintana Roo tras un naufragio ocurrido alrededor de 1511. De los pocos sobrevivientes, solo él y Jerónimo de Aguilar lograron adaptarse. Mientras Aguilar fue rescatado años después por Cortés, Guerrero se integró plenamente a la vida maya: se tatuó, se perforó las orejas, se casó con la indígena Za’asil Há y tuvo tres hijos. Su relación, a diferencia de otras uniones de la época, no respondió a alianzas políticas ni a imposiciones, sino a una convivencia elegida.
El documental, de 49 minutos, combina animación estilo cómic con entrevistas a especialistas del INAH como Adriana Velázquez Morlet, Guillermo Goñi Motilla, Luis Eduardo Gotés y Flor Trejo Rivera. El relato da voz al propio Guerrero, quien narra su transformación y los dilemas de vivir entre dos mundos.
Fuentes históricas, como la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, recuerdan sus palabras a Jerónimo de Aguilar: “Yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán cuando hay guerras. Id vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas”.
Guerrero habría alcanzado un alto rango militar entre los mayas y rechazó varias veces unirse a los conquistadores. Murió en la década de 1530, probablemente en combate, defendiendo un territorio indígena en Honduras.
Su historia, mitad leyenda y mitad testimonio, refleja el inicio de un mestizaje distinto: uno que no nació de la imposición sino del encuentro. El documental invita a mirar ese pasado no solo como relato fundacional, sino como una pregunta abierta sobre identidad y pertenencia que sigue resonando en México.