Protestan en Israel, exigen acuerdo con Hamás y detener guerra

Miles de personas se manifestaron para detener para guerra entre Israel y Hamás acusando al gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de «sabotear el acuerdo de rehenes, abandonar el norte y hacer caer al país en el abismo», según la convocatoria difundida por el movimiento antigubernamental Banderas Negras.

Tras una pancarta negra, roja y blanca en la que se lee «Netanyahu pone en peligro la seguridad de Israel», miles de personas atravesaron las calles de Jerusalén de camino a la residencia de del primer ministro en la calle Azza, donde concluirá la protesta contra la guerra.

«Se nos acaba el tiempo: ¡hay un acuerdo sobre la mesa!», dice una de las consignas difundidas por los Banderas Negras en sus canales digitales durante la marcha, que demanda a Netanyahu llegar a un pacto con Hamás que garantice el retorno seguro de los 120 rehenes que continúan en Gaza y el fin de la guerra de Israel.

También en Tel Aviv, el movimiento pro-democracia israelí convocó una manifestación en la que cientos de personas se dirigieron a la sede del Ministerio de Defensa.

Esta noche, el primer ministro se reunirá con su gabinete para valorar la propuesta lanzada anoche por Hamás de cara al acuerdo de alto el fuego e intercambio de rehenes, en la que la organización asegura haber tomado una posición más «flexible» de cara a conversar con Israel sobre los puntos del acuerdo en los que ambas partes chocan.

«Hoy, y lo digo con cautela, estamos más cerca que nunca» del acuerdo, dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant, a las familias de los rehenes, según una información de Channel 12, la cadena de televisión israelí más popular.
Junto a las protestas de Jerusalén, los Banderas Negras convocaron otra marcha en la localidad costera de Cesarea, donde se encuentra la otra residencia privada del líder del Likud.

El diario israelí Haaretz recogió además una protesta contra la guerra en Haifa, también en las costas del norte, donde cuatro personas fueron detenidas después de que la policía declarara ilegal el encuentro.

Los manifestantes pidieron también la convocatoria de unas elecciones anticipadas en el país, una opción cada vez más demandada entre los israelíes según reveló a mediados de junio una encuesta del diario Maariv, que situó en un 57 % de la población a quienes quieren ir a las urnas.

Junto a la convocatoria de elecciones, los manifestantes piden el retorno de los miles de israelíes desalojados a sus casas, tanto en el sur (cerca de la frontera con Gaza) como en el norte (junto a la divisoria con el Líbano), donde más de 60 mil personas siguen viviendo en hoteles y otros alojamientos financiados por el Estado a raíz del pico de las hostilidades con la milicia chií Hezbollá.

El centro de las protestas hoy es la demanda de un acuerdo del alto en fuego en Gaza que permita el retorno de los rehenes que siguen en el enclave.

De los 251 secuestrados el 7 de octubre, allí quedan 116 cautivos, al menos 40 de ellos muertos según Israel -más de 70 según Hamás-, mientras que hay otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos muertos.

Información de EFE

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