NASA busca instalar un reactor nuclear en la Luna antes de 2030 para competir con China
La NASA planea construir un reactor nuclear en la Luna para que comience a operar en 2030, como parte de la competencia espacial con China. El proyecto, confirmado por Sean Duffy, administrador interino de la agencia y secretario de Transporte en el gobierno de Donald Trump, ya ha recibido una inversión de cientos de millones de dólares para su estudio.
Duffy señaló que la idea no es nueva, pues se discutió en administraciones anteriores, pero ahora se busca acelerar el desarrollo para garantizar energía a una futura base lunar. Explicó que el reactor generará 100 kilovatios de electricidad, cantidad suficiente para abastecer de manera intermitente a unas 75 viviendas, y que la licitación para el proyecto se publicará próximamente.
La NASA prevé que este sistema sea clave para mantener operaciones durante las largas noches lunares o en entornos como Marte, donde las tormentas de polvo pueden afectar la energía solar. Desde el año 2000, la agencia ha invertido más de 200 millones de dólares en pequeños sistemas de fisión nuclear, con avances recientes en dispositivos más compactos y ligeros. En 2023 se otorgaron contratos para estudiar sistemas de 40 kilovatios capaces de abastecer a 30 hogares por una década.
El plan forma parte del programa Artemis. La misión Artemis 2, programada para inicios del próximo año, enviará a cuatro astronautas a orbitar la Luna, mientras que Artemis 3 buscará un alunizaje con seis días de estancia, duplicando el récord anterior. Después, se enviarán suministros para iniciar la construcción de una base en una zona estratégica con hielo y luz solar.
Duffy advirtió que China y Rusia han anunciado proyectos conjuntos para colocar un reactor en la Luna a mediados de la década de 2030. En su opinión, el primer país en lograrlo podría declarar una zona de exclusión, limitando el acceso de otras naciones. Subrayó que Estados Unidos quiere llegar primero y “reclamar” el área.
La apuesta nuclear busca asegurar energía constante para exploraciones prolongadas y, a largo plazo, respaldar misiones hacia Marte. El funcionario resaltó que la energía es esencial para sostener la vida en entornos fuera de la Tierra y que el proyecto será parte central de la estrategia espacial estadounidense en los próximos años.