Los estadounidenses Acemoglu, Johnson y Robinson ganan el Premio Nobel de Economía 2024

  • La Real Academia Sueca de las Ciencias valora sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y afectan a la prosperidad

Los estadounidenses Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson han recibido este lunes el Premio Nobel de Ciencias Económicas de 2024 por sus estudios sobre «cómo se forman las instituciones y afectan a la prosperidad», anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias. Los dos primeros son profesores en el Massachusetts Institute of Technolgy (MIT), en Boston (EEUU) y el tercero, en la Universidad de Chicago.

 

Todos los Nobel están dotados este año con 11 millones de coronas suecas (976.000 euros, 1,1 millones de dólares).

 

Solo tres mujeres han ganado el galardón desde que se instituyó en 1969. Se trata de Claudia Goldin el año pasado, Esther Dufo, en 2019; y Elinor Ostrom, en 2009.

 

Según el jurado del premio, los galardonados han demostrado que «una de las explicaciones de las diferencias en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización. A menudo se introdujeron instituciones inclusivas en países que eran pobres cuando fueron colonizados, lo que con el tiempo dio lugar a una población generalmente próspera. Esta es una razón importante de por qué las antiguas colonias que una vez fueron ricas ahora son pobres, y viceversa».

 

En la justificación del premio se explica que cuando los europeos colonizaron grandes partes del mundo, las instituciones de esas sociedades cambiaron. «Esto fue a veces radical, pero no ocurrió de la misma manera en todas partes. En algunos lugares, el objetivo era explotar a la población indígena y extraer recursos para beneficio de los colonizadores. En otros, los colonizadores formaron sistemas políticos y económicos inclusivos para el beneficio a largo plazo de los inmigrantes europeos».

 

Instituciones extractivas y bajo crecimiento

Hay países que se ven atrapados en una situación «de instituciones extractivas y bajo crecimiento económico». «La introducción de instituciones inclusivas generaría beneficios a largo plazo para todos, pero las instituciones extractivas proporcionan ganancias a corto plazo para quienes están en el poder. Mientras el sistema político garantice que seguirán en el poder, nadie confiará en sus promesas de futuras reformas económicas. Según los galardonados, esta es la razón por la que no se produce ninguna mejora», explican.

 

Sin embargo, según los argumentos del jurado, a raíz de los estudios de los galardonados, «esta incapacidad para hacer promesas creíbles de cambios positivos también puede explicar por qué a veces se produce la democratización. Cuando existe una amenaza de revolución, los que están en el poder se enfrentan a un dilema. Preferirían permanecer en el poder e intentar apaciguar a las masas prometiéndoles reformas económicas, pero es poco probable que la población crea que no volverá al viejo sistema tan pronto como la situación se calme. Al final, la única opción puede ser transferir el poder e instaurar la democracia».

 

“Reducir las enormes diferencias de ingresos entre los países es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo”, ha afirma Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.

 

Fuente: elperiodico

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