La NFL no perdona: Trump enfrenta gritos y descontento en el estadio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido con abucheos al aparecer en las pantallas del estadio durante el juego entre los Washington Commanders y los Detroit Lions. El encuentro se llevó a cabo en el Northwest Stadium, en las afueras de la capital estadounidense, y marcó la presencia inusual de un mandatario en funciones en un juego regular de la NFL, algo que no ocurría desde finales de los años setenta.

Trump llegó poco antes del medio tiempo, después de que el Air Force One realizara un sobrevuelo a baja altura sobre el estadio. Esa maniobra también provocó reacciones mixtas entre el público. Una vez en las gradas, el presidente fue enfocado junto al presidente del Congreso, Mike Johnson. La respuesta mayoritaria fueron abucheos, aunque algunos seguidores lo aplaudieron.

Ceremonia en el campo y tensiones políticas

Durante el descanso, Trump encabezó una ceremonia en la que integrantes del ejército recitaron un juramento. La intervención volvió a generar abucheos. La escena subrayó la fuerte polarización política en el área de Washington, una región que suele votar por el Partido Demócrata y que en las últimas semanas ha enfrentado tensiones por recortes y despidos vinculados al cierre administrativo del gobierno.

Trump ha hecho de su presencia en eventos deportivos una estrategia de visibilidad pública en su segundo mandato. Este año asistió a competencias de golf, automovilismo y béisbol, presentándose como aficionado activo y cercano a la cultura popular estadounidense.

El posible nuevo nombre del estadio

Horas antes del partido, surgió información que encendió comentarios: propietarios de los Commanders habrían recibido la propuesta de que el nuevo estadio que se construye en Washington pueda llevar el nombre de Donald Trump. La Casa Blanca calificó la idea como “hermosa”. No hubo confirmación oficial, pero el tema flotó sobre el ambiente del encuentro.

En la transmisión televisiva, Trump conversó brevemente con comentaristas deportivos. Habló sobre su juventud jugando fútbol americano y afirmó que “el deporte es como la vida: lo bueno, lo malo y lo feo”.

La escena recuerda otros momentos de fricción entre Trump y la NFL, especialmente cuando criticó a jugadores que se arrodillaban durante el himno nacional para protestar contra el racismo institucional. Para algunos fanáticos, su presencia en el estadio es una provocación. Para otros, una demostración de poder político.