Amancio Ortega acelera compras millonarias para evitar impuestos en España
El empresario español Amancio Ortega, fundador de Zara, está realizando adquisiciones inmobiliarias por cientos de millones de dólares para evitar el pago del impuesto sobre el patrimonio que aplica España. A través de su firma Pontegadea, Ortega ha comprado recientemente un hotel cinco estrellas en París, un edificio en la Avenida Diagonal de Barcelona y departamentos en Florida. También se encuentra en negociaciones para adquirir un edificio de oficinas en Miami por 275 millones de dólares.
Estas compras responden a una estrategia fiscal que busca reinvertir rápidamente el dividendo que Ortega recibe de Inditex, matriz de Zara, y así evitar una elevada carga tributaria. Este 2025, el empresario de 89 años recibió el mayor dividendo de su historia, equivalente a 3,600 millones de dólares, parte del cual ya se pagó en mayo. Según la ley española, debe reinvertirlo antes de que finalice el año para no enfrentar impuestos adicionales.
Un imperio inmobiliario en expansión
Pontegadea, considerada una de las family offices más grandes y activas del mundo, ha incrementado su patrimonio gracias al flujo constante de dividendos de Inditex. Al cierre de 2024, la firma reportó activos por 34,300 millones de euros, un aumento del 10.6% respecto al año anterior. Aun así, la mayoría de la fortuna de Ortega sigue ligada a su participación del 59% en Inditex.
De acuerdo con Bloomberg, Ortega tiene un patrimonio estimado en 103,700 millones de dólares, colocándose como el segundo hombre más rico de Europa, solo detrás de Bernard Arnault, presidente de LVMH. Esta tendencia de los grandes millonarios a utilizar oficinas familiares para gestionar y reinvertir su fortuna es cada vez más común: se estima que una quinta parte de las 500 personas más ricas del mundo cuentan con una.
En este contexto, expertos afirman que la estrategia de Ortega no se basa únicamente en adquirir propiedades de prestigio, sino en una eficiente gestión de pasivos ante un sistema fiscal que castiga la acumulación de capital no reinvertido.
