Naucalpan se vuelve viral: niño de 9 años le regala uranio al influencer Insulini

Lo que parecía un regalo inocente terminó convertido en una de las historias más virales de México. Insulini, influencer, músico e ingeniero aeroespacial, recibió de un niño de nueve años de Naucalpan, Estado de México, un frasco lleno de piedras. Nada fuera de lo común… hasta que descubrió que una de ellas era uranio, un mineral radiactivo.

El creador de contenido, que mezcla ciencia y humor en redes sociales, decidió examinar las rocas con luz ultravioleta. Para sorpresa de todos, una brilló intensamente, señal de que no era cualquier piedra. “Un niño de nueve años me mandó uranio. Por supuesto que tengo que ir”, dijo entre carcajadas en uno de sus videos. Y fue.

En la casa del pequeño Nicolás, la sorpresa fue mayor: no solo tenía uranio, también un diamante, un fósil, un fragmento de meteoro y hasta bismuto cristalizado. Una colección digna de museo en manos de un niño que, en lugar de pasar horas frente a una pantalla, dedica su tiempo a la geología y al estudio de minerales.

Insulini explicó que el uranio enviado estaba en un frasco de vidrio, lo que lo hace seguro, ya que este material bloquea las partículas alfa que emite el mineral. Eso sí, advirtió que sería peligroso manipularlo sin protección, inhalarlo o ingerirlo. “El vidrio es muy seguro para tener uranio adentro… el problema es si lo tienes afuera y lo manipulas”, aclaró.

Con más de dos millones de seguidores, el influencer convirtió la anécdota en una clase exprés de ciencia que fascinó a su audiencia. El video alcanzó millones de vistas y desató reacciones de todo tipo: “En mis tiempos los niños regalaban tazos, no uranio”, “¿Qué es más peligroso: Naucalpan o el uranio?”, “Gracias por visitarlo, nos salvaste de un futuro supervillano”.

El episodio reforzó la peculiar forma de Insulini de acercar la ciencia al público, mezclando humor, música y conocimiento. Egresado como ingeniero aeroespacial en Ecatepec, su estilo irreverente lo ha convertido en un referente para quienes quieren aprender sin aburrirse.

En medio de memes y carcajadas, la historia de Nicolás también dejó un mensaje poderoso: la curiosidad científica de los niños mexicanos puede sorprender al mundo. Y sí, hasta volver viral un frasco con uranio.

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