El Oxxo más bello de México está en la Riviera Maya y se integra con la naturaleza
Aunque muchas tiendas Oxxo comparten un diseño estandarizado para facilitar su operación y ser fácilmente reconocibles, hay excepciones que sorprenden por su arquitectura. Una de ellas se encuentra en la Riviera Maya y ya ha sido calificada como el Oxxo más bonito de México.
Esta tienda forma parte del programa Oxxo Mágico, una iniciativa que busca integrar algunas sucursales al entorno natural y cultural donde se ubican. En este caso, el Oxxo está situado dentro del complejo turístico Bahía Príncipe y destaca por su diseño rústico, materiales naturales y un estilo que armoniza con la vegetación tropical de la región.
Con detalles que evocan la identidad del Caribe mexicano, esta tienda rompe con la imagen tradicional del Oxxo urbano, usualmente caracterizado por fachadas lisas, colores rojo, amarillo y blanco, grandes ventanales y logotipos prominentes. A diferencia de la mayoría, aquí cada elemento arquitectónico ha sido pensado para mimetizarse con el paisaje y ofrecer una experiencia distinta al visitante.
Una parada con identidad local
Más que una tienda de conveniencia, este Oxxo se ha convertido en un punto atractivo para turistas y locales. Su atmósfera invita a hacer una pausa, disfrutar un café, comprar algo fresco o simplemente tomar una fotografía. Por su estética particular, se ha vuelto muy compartido en redes sociales como un sitio instagrameable que conecta comercio, diseño y cultura regional.
A nivel nacional, los Oxxo son parte del paisaje cotidiano, presentes tanto en zonas urbanas como rurales. Su éxito ha radicado en ofrecer cercanía, horarios amplios y productos básicos. Sin embargo, iniciativas como esta demuestran que también pueden adaptarse a su entorno, en lugar de imponer una imagen única.
En el caso de este Oxxo en la Riviera Maya, su construcción no solo respeta la identidad del lugar, sino que la celebra. Representa un modelo que podría inspirar nuevas formas de comercio más sensibles al contexto, donde cada espacio, por más cotidiano que parezca, puede ser un reflejo del lugar donde vive.