Verstappen revive la pelea por el título tras el error de McLaren en Qatar

La estrategia que cambió todo
El Gran Premio de Qatar dejó a la Fórmula 1 al borde de un cierre dramático. Lo que pintaba para ser un fin de semana cómodo para Lando Norris se transformó en una pesadilla estratégica cuando McLaren decidió no detener a sus dos pilotos durante el Safety Car provocado por el abandono de Nico Hülkenberg en la vuelta 9. Mientras casi toda la parrilla entró a boxes, Norris y Oscar Piastri se quedaron en pista para conservar el liderato, pero asumieron el costo: un primer relevo más largo, neumáticos desgastados y la obligación de volver a parar en un momento menos favorable.

Max Verstappen, que sí aprovechó el Safety Car, salió fortalecido. Desde ese punto empezó a recortar diferencias hasta quedar en posición de atacar a los McLaren una vez que ellos cumplieran sus paradas obligatorias. Piastri entró primero en la vuelta 25, cayendo al quinto lugar. Norris lo hizo un giro después, reincorporándose por detrás del australiano. A pesar de su buen ritmo, ambos quedaron atrapados entre tráfico y rivales que ya llevaban la carrera a su favor.

La última ronda de detenciones selló el destino. En la vuelta 44, Piastri ejecutó una parada impecable, pero Norris perdió tiempo en la suya y volvió a pista demasiado lejos para contener a Verstappen. Desde el momento en que tomó el liderato, el neerlandés controló la carrera con comodidad. Piastri se mantuvo como su perseguidor, pero sin capacidad real de desafiarlo. Norris, resignado a un cuarto lugar, sólo pudo enfocarse en sumar puntos que evitaran que el título se definiera ese mismo día.

Un campeonato al rojo vivo rumbo a Abu Dhabi
La carrera dejó más que un ganador: dejó un campeonato completamente abierto. Norris terminó con 408 puntos, Verstappen con 396 y Piastri con 392. Por primera vez en años, tres pilotos llegan con opciones matemáticas al cierre de temporada.

Para Norris, la ecuación sigue siendo manejable: si sube al podio en Abu Dhabi, es campeón. Si Verstappen gana, al británico le basta con ser tercero. Su peor escenario es quedar atrapado en medio del tránsito o cometer un error en un circuito donde las estrategias suelen ser impredecibles.

Verstappen necesita la victoria sí o sí y que Norris quede cuarto o peor. Su margen es mínimo, pero su ritmo en Qatar demuestra que Red Bull todavía tiene herramientas para incomodar a McLaren cuando las circunstancias juegan a su favor.

Piastri depende de un guion casi perfecto: ganar la carrera, que Verstappen quede detrás de él y que Norris tenga un día difícil. De no cumplirse esa combinación, su sueño se termina.

En medio de todo, la actuación de Carlos Sainz destacó por motivos propios. El piloto madrileño devolvió a Williams a un podio histórico, un logro que resonó en el paddock. También sobresalió Andrea Kimi Antonelli, quien defendió su posición frente a Norris casi toda la carrera, y Fernando Alonso, que volvió a sumar puntos tras una temporada irregular.

La última palabra se dirá en Abu Dhabi. Qatar dejó claro que la lucha por el título no se resolverá por potencia pura, sino por decisiones precisas, nervios controlados y una lectura fina de carrera. Todo está abierto para el cierre de un año que ha devuelto la emoción a la Fórmula 1.

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