Edomex castiga con hasta 24 años de cárcel a los montachoques: ahora serán juzgados por extorsión
El Congreso del Estado de México aprobó por unanimidad una reforma al Código Penal que tipifica como extorsión la práctica conocida como “montachoques”, es decir, los accidentes provocados para exigir dinero a los conductores. Con esta modificación, quienes cometan este delito enfrentarán penas de entre 8 y 12 años de prisión, además de multas de hasta mil 500 días de salario. Si la víctima es mujer, persona mayor o con discapacidad, la sanción podrá duplicarse hasta alcanzar los 24 años.
La iniciativa fue impulsada por el diputado Octavio Martínez Vargas, quien señaló que los montachoques se han convertido en redes delictivas organizadas que operan en al menos 60 municipios, sobre todo en el Valle de México. Grupos conocidos como Unión 300, Upres Jaguares o Chokos simulan accidentes y, en minutos, exigen dinero bajo amenazas o agresiones físicas.
Los legisladores decidieron reclasificar este acto, que antes se consideraba fraude, como extorsión, reconociendo así el nivel de violencia y la afectación psicológica que sufren las víctimas. La reforma al artículo 266 del Código Penal también marca un precedente en la protección de automovilistas y sectores vulnerables frente a delitos cometidos en la vía pública.
Cada año se reportan cientos de casos donde los conductores son obligados a entregar dinero para evitar “problemas mayores”. La mayoría no denuncia por miedo, lo que había permitido que esta práctica creciera sin control. Con la nueva ley, el Ministerio Público podrá investigar e imputar directamente por extorsión, abriendo la puerta a sanciones más severas.
Ciudadanos mexiquenses reconocieron la medida, aunque pidieron que su aplicación sea efectiva. “No basta con que haya cárcel; deben reparar el daño y capacitar a la policía para que actúe rápido”, opinó Juan Carlos, conductor del Valle de México.
Con esta reforma, el Estado de México se convierte en la primera entidad del país en elevar la práctica de montachoques al rango de extorsión. Un mensaje claro de que la violencia disfrazada de accidente vial ya no tendrá cabida en sus calles.