España reconoce el daño a los pueblos originarios de México y abre un nuevo capítulo en la relación bilateral
El gobierno español reconoció oficialmente el “dolor e injusticia” causados a los pueblos originarios de México durante la colonización. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, expresó que estos hechos forman parte de una historia “compartida, con luces y sombras”, y que resulta necesario reconocerlos y lamentarlos. “No podemos negarla ni olvidarla”, afirmó durante la inauguración de la exposición La mitad del mundo. La mujer en el México indígena, en Madrid.
El gesto marca un cambio de tono en la relación entre ambos países, que en los últimos años había estado marcada por tensiones en torno al pasado colonial. Albares participó en el acto junto al embajador de México en España, Quirino Ordaz, y al director del Instituto Cervantes, Luis García Montero. La exposición —organizada por la Fundación Casa de México en colaboración con el INAH y el gobierno mexicano— reúne 98 piezas prehispánicas de diversas culturas y busca destacar el papel de la mujer en las comunidades indígenas.
Un reconocimiento que reabre el diálogo
Las palabras del canciller español fueron respondidas por la presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina en Palacio Nacional: “El perdón engrandece”. La mandataria consideró que el reconocimiento representa “un primer paso importante” hacia un entendimiento más profundo entre ambos países. “Las disculpas no humillan, dignifican. Es lo que siempre hemos dicho”, señaló.
Sheinbaum recordó que en 2019 el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta al rey Felipe VI y al papa Francisco solicitando una disculpa por los agravios cometidos durante la conquista. La misiva no recibió respuesta, lo que generó un distanciamiento diplomático. En 2024, la ausencia del monarca español en la toma de posesión de la actual presidenta reavivó el debate.
La declaración de Albares llega en un contexto distinto: México declaró 2025 como el Año de la Mujer Indígena, y la exposición en Madrid forma parte de un circuito cultural que busca reconocer la herencia de los pueblos originarios. Las sedes del Museo Arqueológico Nacional, el Thyssen-Bornemisza, la Casa de México y el Instituto Cervantes exhiben esculturas, cerámicas, textiles y obras contemporáneas que reflejan la cosmovisión femenina desde las culturas mexica, maya, zapoteca, mixteca, olmeca, huasteca y teotihuacana.
El gesto de España fue recibido en México con cautela, pero también con esperanza de que se abra una etapa más equilibrada. Para algunos historiadores y diplomáticos, se trata de un acto simbólico que, aunque no equivale a una disculpa formal, sienta las bases para una relación basada en el reconocimiento mutuo.
