Uno de cada cinco habitantes de Estados Unidos es latino: una fuerza imparable que redefine al país
Por primera vez en la historia, Estados Unidos tiene más de 68 millones de habitantes de origen latino, lo que equivale a uno de cada cinco residentes. El dato, revelado por el proyecto Latino GDP de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la California Lutheran University, confirma lo que ya se percibía en las calles, en la cultura y en la economía: el rostro del país más poderoso del mundo está cambiando, y su tono es cada vez más hispano.
Según el estudio, la población latina creció 2.9% entre 2023 y 2024, lo que representa un aumento de dos millones de personas en un solo año. El reporte, basado en cifras actualizadas de la Oficina del Censo, sitúa a la comunidad latina como el grupo de mayor expansión en una nación que hoy cuenta con unos 340 millones de habitantes. Mientras la población de otros orígenes se estanca o incluso disminuye, la de los latinos sigue en ascenso constante.
El crecimiento se explica principalmente por el llamado “cambio natural de población”: nacen más personas de las que mueren dentro de la comunidad. Entre 2020 y 2024, el aumento neto fue de 3.2 millones de latinos, mientras que el resto de los grupos demográficos registró una reducción de 1.3 millones. En palabras del informe, “los latinos fueron responsables de mantener positivo el cambio natural de población en Estados Unidos”, incluso tras los estragos de la pandemia.
Este dinamismo demográfico tiene un reflejo directo en la economía. La fuerza laboral latina alcanzó un récord histórico: 35.1 millones de trabajadores activos, un incremento del 5.5% en un solo año y de 46.5% desde 2010. Es decir, los latinos están incorporándose al mercado laboral 7 veces más rápido que el resto de la población estadounidense.
Matthew Fienup, director ejecutivo del Centro para Investigación y Proyección Económica de Cal Lutheran, lo resumió así: “Una y otra vez, encontramos que el trabajo duro, la autosuficiencia, el optimismo y la perseverancia son características que subyacen la fuerza y resiliencia de los latinos en Estados Unidos”. La tasa de participación laboral del grupo —69%— también marcó un récord nacional, consolidando su papel como motor esencial del país.
A esto se suma un dato que impresiona: el Producto Interno Bruto generado por los latinos en Estados Unidos alcanzó los 4.1 billones de dólares, cifra que colocaría a esta comunidad como la quinta economía del mundo, por encima incluso de India. Su peso económico, cultural y social ya no es una tendencia: es una realidad estructural que redefine al país desde dentro.
El informe se publicó en un contexto político sensible. Apenas meses antes, un estudio del Pew Research Center informó que, durante los primeros seis meses del actual gobierno de Donald Trump, Estados Unidos perdió 1.4 millones de migrantes, la primera caída de la población inmigrante desde la década de 1960. Sin embargo, ni las restricciones ni los discursos antimigrantes detuvieron el crecimiento natural de la comunidad latina, que continúa ampliando su presencia en todos los sectores: desde la construcción y los servicios, hasta la educación, la ciencia, la cultura y el deporte.
Hoy, el mapa social de Estados Unidos se parece cada vez más al de sus calles latinas. Las lenguas se mezclan, las cocinas se fusionan y los hijos de migrantes llenan las universidades y los negocios familiares. Lo que comenzó como un fenómeno migratorio ya es una transformación estructural. Uno de cada cinco habitantes del país es latino, y su fuerza colectiva ya no solo define el futuro de su comunidad, sino el de todo Estados Unidos.