Bartosz Ostalowski: de perder los brazos a romper récords en el automovilismo

La vida de Bartosz Ostalowski cambió para siempre en agosto de 2006. A sus 20 años, un accidente en motocicleta en Polonia lo dejó sin ambos brazos, amenazando con truncar su sueño de ser piloto. Tras un año de intensa rehabilitación y una etapa de desorientación y depresión, Bartosz decidió no resignarse y buscar la independencia a toda costa. Inspirado por un video de un conductor que manejaba con los pies, adaptó un auto automático y, con la ayuda de su padre, comenzó a entrenar. La coordinación no fue fácil: calambres, dolor y movimientos antinaturales pusieron a prueba su determinación, pero un mes después ya podía conducir solo.

Su ambición no se detuvo allí. Con esfuerzo constante, obtuvo la licencia de manejo común, perfeccionó su técnica y, tres años después del accidente, se convirtió en la primera persona sin brazos en lograr una licencia internacional de automovilismo otorgada por la FIA. Desde entonces compite en el Campeonato Polaco de Drifting y en la liga europea Drift Masters, enfrentándose en igualdad de condiciones con pilotos profesionales. Su BMW E92, bautizado Fury, es ahora una extensión de su cuerpo: un pie controla el volante mientras el otro maneja acelerador y freno.

El resultado de su disciplina es histórico. En 2022, Bartosz inscribió su nombre en el Libro Guinness de los Récords tras lograr un derrape perfecto a 231,66 km/h, el más rápido registrado en un coche conducido con los pies. Además de piloto, Bartosz es pintor y conferenciante motivacional, compartiendo su historia de resiliencia y superación para inspirar a otros. Su mensaje es claro: los obstáculos físicos no definen los límites de lo que se puede lograr, y lo imposible, en realidad, no existe.

Compartir
No Comments

Leave A Comment