Vivian Wilson, hija trans de Elon Musk, pisa fuerte en la Semana de la Moda de Nueva York
La pasarela más mediática de Estados Unidos tuvo una protagonista inesperada: Vivian Jenna Wilson, hija transgénero de Elon Musk y Justine Wilson, quien debutó en la Semana de la Moda de Nueva York a los 21 años. Su aparición no solo acaparó titulares por los vestidos que lució, sino también por la carga simbólica que arrastra su historia familiar y personal.
El estreno de Wilson se dio en el desfile del diseñador Alexis Bittar, quien montó una puesta en escena inspirada en el certamen Miss USA de 1991. Allí, Vivian apareció con un vestido rojo brillante, accesorios dorados y una banda con la leyenda “Miss South Carolina”. La propuesta aludía a estados que han impulsado políticas contra la comunidad trans y, en ese contexto, la participación de Wilson tomó un tono reivindicativo.
Su debut fue seguido de otras presentaciones. Desfiló para Prabal Gurung con un conjunto blanco de texturas traslúcidas y más tarde irrumpió con fuerza en la pasarela de Dauphinette, donde vistió un top tipo bikini y una falda de tafetán adornada con broches de escarabajo. La versatilidad de su estilo y la energía con la que se movió le aseguraron uno de los momentos más comentados de la edición.
Carrera en ascenso, familia en ruinas
Más allá del glamour, la narrativa que rodea a Wilson es inseparable de su distanciamiento con Musk. En 2022, a los 18 años, solicitó legalmente el cambio de nombre y de género, adoptando el apellido de su madre para cortar cualquier vínculo con el empresario. Desde entonces, ha reiterado que no recibe apoyo económico ni mantiene contacto con él.
La tensión se agravó cuando Musk, férreo aliado del presidente Donald Trump, se convirtió en promotor de una agenda “anti-woke” que incluye la restricción de derechos para las personas trans en Estados Unidos. El magnate incluso usó su red social X para declarar que su hija “no es una chica” y que la había perdido “por el virus mental progresista”. La respuesta de Vivian fue igual de pública: lo llamó un “hombre-niño patético”.
En contraste con ese quiebre, Vivian ha construido un perfil propio. Antes de llegar a Nueva York ya había trabajado en producciones para Teen Vogue, Dazed y The Cut. En redes sociales reúne a casi un millón de seguidores en Instagram y más de un millón y medio en TikTok, comunidades donde combina moda y activismo en defensa de los derechos trans y de las mujeres.
De la sombra al reflector
El ascenso de Wilson recuerda que la moda es también un escenario político. Su presencia en pasarelas dominadas por nombres tradicionales funcionó como recordatorio de que las luchas por la representación siguen vivas. La propia casa Dauphinette, tras su desfile, publicó un video de Vivian acompañado de la frase “Huyendo de los hombres-niños en todas partes”, en alusión directa a sus críticas contra Musk.
Mientras el fundador de Tesla y SpaceX insiste en disputas ideológicas, su hija gana terreno en un circuito que no se mide en cohetes ni criptomonedas, sino en estilo, narrativa y carisma. Para muchos, la verdadera sorpresa de esta Semana de la Moda no fue una colección de lujo, sino la manera en que una joven decidió apropiarse de su identidad y convertirla en un manifiesto público.