Canelo y Crawford van por la revancha: Arabia Saudita se apunta la pelea millonaria
La derrota de Saúl “Canelo” Álvarez en Las Vegas todavía está fresca y ya se cocina la segunda parte. El periodista de ESPN, John Sutcliffe, soltó la primicia durante la transmisión del Monday Night Football: la revancha contra Terence “Bud” Crawford será en Arabia Saudita.
El nocaut técnico que dejó al tapatío sin sus cuatro cinturones supermedianos (CMB, AMB, OMB y FIB) no solo movió el tablero del boxeo, también abrió la pregunta inmediata: ¿se atreverá Canelo a buscar revancha? Según Sutcliffe, la respuesta es sí, y el escenario será el mismo que ha pagado cifras astronómicas para peleas, futbol y hasta Fórmula 1.
Aunque no hay fecha oficial, el anuncio encendió a la afición. La primera pelea fue un éxito de taquilla: 70,482 personas en el Allegiant Stadium y un cierre televisivo que rompió récords. Ahora, con petrodólares de por medio, se espera un espectáculo todavía mayor.
Canelo tras la derrota
El 13 de septiembre, Crawford dio una lección de boxeo: velocidad, defensa impecable y un ritmo que desarmó al mexicano. Las tarjetas lo confirmaron: 116-112, 115-113 y 115-113, todas para el estadounidense. Fue la tercera derrota en la carrera del Canelo, tras Mayweather (2013) y Bivol (2022).
Pese al golpe, el jalisciense se mostró sereno: “Una derrota no me define. Estoy para tomar riesgos. Si lo volvemos a hacer sería grande, vamos otra vez, la acepto”. Con 150 millones de dólares en la bolsa asegurada, el mensaje sonó más a declaración de principios que a despedida.
Crawford, por su parte, celebró con lágrimas tras convertirse en campeón indiscutido en tres divisiones. La hazaña lo colocó entre los grandes libra por libra y dejó al Canelo con la necesidad de ajustar cuentas.
La pelea que viene
Críticos como David Faitelson y Álvaro Morales ya pusieron en duda que Álvarez tenga gasolina para otra guerra. Pero, con la revancha casi firmada y Arabia Saudita lista para abrir la chequera, la historia parece escrita: Canelo tendrá su oportunidad de redención en un ring que promete tanto brillo como presión.
Lo único seguro es que la segunda parte no será un simple combate, sino un espectáculo global. Y México, como siempre, estará pendiente de si su peleador más taquillero todavía tiene con qué.