¡Viva México… y la cruda! El gasto en bebidas se dispara en las fiestas patrias

Las fiestas patrias son sinónimo de música, colores, pozole humeante y brindis interminables. Pero también de carteras que terminan tan agotadas como quienes se desvelan en el grito. Según la consultora NielsenIQ (NIQ), este 15 de septiembre los mexicanos gastarán hasta 50% más en bebidas y 40% más en comida, en comparación con el resto del año.

Bebidas y antojos en primera fila

Tequila, mezcal y cordiales se imponen como los favoritos de la noche, acompañados de refrescos, jugos y tés listos para beber. El ritual es claro: no puede haber brindis sin un vaso en la mano ni grito sin un “salud” de por medio.

En la mesa, los alimentos tradicionales tampoco se quedan atrás. El pozole, los pambazos, las tostadas y otros antojos típicos ocupan un lugar central, elevando el gasto en más de 40%. La celebración se convierte así en un motor de consumo que refleja no solo el entusiasmo patrio, sino la importancia de compartir alrededor de la comida.

Laura Calderón, líder de Success Retail en NIQ, lo resume así: “En estas fechas, las familias priorizan alimentos y bebidas para compartir, porque la mesa es el punto de encuentro cultural”.

¿Dónde compran los mexicanos para el grito?

Las cifras revelan cambios interesantes en los canales de compra. El canal tradicional —tienditas, vinaterías y mercados de barrio— concentra 35% del gasto y suma hasta tres visitas adicionales por hogar en estos días. La cercanía y la confianza con el tendero convierten a estos espacios en el lugar preferido para surtirse a última hora.

En segundo lugar están los supermercados e hipermercados, con 31% de participación, respaldados por su variedad y promociones. Los clubes de precio —como los mayoristas de membresía— aportan solo 5%, pero con el mayor gasto por ocasión, ya que ahí se hacen las compras grandes para reuniones familiares.

Las plataformas digitales de entrega a domicilio ya tienen un espacio propio, con 3% del gasto total en este mes patrio, complementando la despensa de último minuto. Mientras tanto, las tiendas de conveniencia, minisúper y otros formatos pequeños mantienen su papel como opción rápida en casos de emergencia.

La otra cara del festejo: cuidar el bolsillo

Con los precios en alza, el entusiasmo patrio puede convertirse en dolor de cabeza financiero. Para evitar que la cruda sea también económica, especialistas en finanzas personales recomiendan:

  • Armar un presupuesto claro antes de la fiesta, contemplando comida, bebidas y decoración, o el cover en caso de salir a un antro o restaurante.

  • Compartir gastos con amigos o familia, organizando reuniones de “traje” para reducir hasta 30% del desembolso.

  • Reservar con anticipación en restaurantes o bares, evitando lugares con consumos mínimos abusivos.

  • Verificar el origen de las bebidas alcohólicas, comprando solo productos con sellos oficiales para evitar adulteraciones.

  • Usar efectivo en lugar de tarjeta de crédito, para no caer en el clásico “tarjetazo” que eleva la cuenta más de lo previsto.

  • Denunciar cobros indebidos o abusos ante Profeco o el banco, especialmente cuando se trata de propinas obligatorias o cargos no autorizados.

Al final, la Independencia también se mide en la libertad de celebrar sin deudas y con seguridad.

Entre brindis y pozole

El 15 y 16 de septiembre son mucho más que un festejo: son un reflejo del carácter mexicano, que se reúne a cantar, comer y beber, aun cuando el gasto suba como espuma. El bolsillo se resiente, sí, pero la mesa llena y el grito colectivo confirman que, al menos por una noche, el país se une en una misma celebración.

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