Turismo en crisis: Estados Unidos pierde 12.500 millones de dólares por la caída de visitantes extranjeros en 2025
El turismo internacional en Estados Unidos atraviesa su peor momento en años. Durante el verano de 2025, la llegada de visitantes extranjeros cayó de manera significativa, generando un impacto directo sobre hoteles, aerolíneas, comercios locales y museos en distintas ciudades del país. Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), la reducción equivale a 12.500 millones de dólares menos en ingresos para la industria, lo que refleja la dificultad de mantener a Estados Unidos como destino atractivo frente a un contexto global cambiante.
Las cifras confirman un retroceso del 7% en el gasto de turistas internacionales y una disminución del 9,4% en las llegadas respecto de los niveles previos a la pandemia. La consultora Tourism Economics advirtió que esta tendencia es preocupante porque afecta a uno de los sectores más dinámicos de la economía estadounidense, que en 2024 generó más de 2,3 billones de dólares, en su mayoría gracias al turismo interno.
Factores detrás del descenso
El retroceso se explica por una combinación de decisiones políticas, factores económicos y percepciones negativas que pesan sobre los viajeros.
Entre las medidas más cuestionadas se encuentra la implementación del “visa integrity fee”, un cargo de 250 dólares para ciudadanos de países fuera del programa de exención de visado, que encareció la entrada a millones de solicitantes. A esto se suman controles migratorios más estrictos y restricciones a visitantes de África y Medio Oriente.
La fortaleza del dólar también juega en contra: para los turistas europeos y asiáticos, Estados Unidos se ha convertido en un destino mucho más costoso. Informes de Oxford Economics señalan que este factor explica buena parte de la caída en mercados como Alemania, Francia o Japón.
Además, el clima político y la retórica oficial han impactado en la percepción internacional. Organismos como la U.S. Travel Association han advertido que las detenciones en fronteras y la confusión sobre los visados generan desconfianza y desalientan los viajes.
Principales mercados afectados
Los datos muestran que los mayores descensos provienen de Canadá, Europa Occidental y Asia.
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Canadá, históricamente el mayor emisor de turistas hacia Estados Unidos, registró una caída inédita: en julio, las entradas por carretera bajaron 37% y los vuelos 26%. Por primera vez en dos décadas, viajaron más estadounidenses a Canadá que al revés.
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En Europa Occidental, la disminución ha sido progresiva: Dinamarca redujo sus visitantes en 19%, Alemania en 10% y Francia en 6,6%.
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En Asia, países como Hong Kong, Filipinas e Indonesia registraron contracciones de dos dígitos. Desde África también se reportan caídas sostenidas.
El resultado es una menor ocupación hotelera en ciudades como Nueva York, Washington D. C. y San Francisco, así como pérdidas en destinos fronterizos que dependen del intercambio con Canadá y México.
Impacto económico y laboral
El descenso de turistas extranjeros afecta tanto a grandes cadenas hoteleras y aerolíneas como a pequeños comercios, restaurantes y operadores locales. El WTTC estima que solo la caída de visitantes canadienses provocará una merma de 2.100 millones de dólares en ingresos y la pérdida de hasta 14.000 empleos.
En ciudades medianas, museos y centros culturales reportan menor asistencia, lo que repercute en sus ingresos y en la organización de eventos. Al mismo tiempo, aeropuertos internacionales como el de Nueva Jersey o Miami evidencian menos flujo en comparación con 2024, pese al ligero repunte del turismo doméstico.
Intentos de respuesta
Frente a esta tendencia, autoridades locales y operadores privados han lanzado campañas de promoción para revertir la imagen de hostilidad. Washington D. C., por ejemplo, busca posicionarse como una ciudad abierta y multicultural, mientras destinos como Buffalo orientaron su estrategia hacia el turismo nacional, reduciendo la dependencia de visitantes extranjeros.
La Federal Aviation Administration (FAA) prevé un incremento del 2% en vuelos internos durante los fines de semana largos, lo que ayuda a amortiguar parcialmente el golpe. Sin embargo, los expertos coinciden en que el gasto de un turista local nunca compensa al de un visitante extranjero: un viajero internacional suele desembolsar hasta ocho veces más por estancia.
Un futuro incierto
El turismo en Estados Unidos sigue siendo el mayor del mundo, pero la caída de visitantes internacionales amenaza con prolongarse si no cambian las políticas actuales. Mientras países como China flexibilizan sus requisitos de visado para atraer más viajeros, Washington parece endurecerlos, levantando lo que algunos analistas describen como un “cartel de cerrado”.
El desafío ahora es recuperar la confianza de los mercados emisores tradicionales y reposicionar al país como un destino accesible y hospitalario. De lo contrario, la recuperación podría tardar varios años y el costo de la desconfianza extranjera seguirá acumulándose.