Campeón del mundo argentino relata cómo el himno mexicano lo motivó en Qatar 2022
El exfutbolista argentino y actual integrante del cuerpo técnico de la selección de su país, Pablo Aimar, recordó el impacto que tuvo el himno nacional de México durante el Mundial de Qatar 2022. Según relató, la interpretación de Mexicanos al grito de guerra en el estadio Lusail fue un momento determinante para la motivación de los futbolistas en uno de los partidos más tensos de la fase de grupos.
Aimar, campeón del mundo con Argentina en ese torneo, contó en el pódcast Club Atlético Rock & Roll que la fuerza del himno no solo impulsó a los jugadores mexicanos, sino que también dejó una huella en el ánimo de la Albiceleste, en un contexto de presión y desgaste físico. Explicó que esa ceremonia previa al partido, con el canto de los aficionados, generó un ambiente único que trasciende la rivalidad deportiva.
El exmediocampista, figura histórica de River Plate y con etapas destacadas en Valencia y Benfica, comentó que, debido a los frecuentes enfrentamientos entre Argentina y México en torneos internacionales, llegó a memorizar la primera parte de la letra. Para él, la potencia del inicio del himno provoca una sensación de entrar a la cancha con el espíritu de darlo todo.
Un duelo bajo presión
El partido entre México y Argentina, correspondiente al segundo encuentro de la fase de grupos, tenía un peso especial para la selección sudamericana, que llegaba tras perder 2-1 contra Arabia Saudita en su debut. Con la obligación de ganar y el cansancio acumulado, la tensión era evidente.
En ese escenario, Aimar afirmó que escuchar la primera parte del himno mexicano fue como un motor emocional para todos los presentes. Lo describió como un impulso que, aunque breve, puede influir en el rendimiento dentro de la cancha. Para él, ese momento de conexión con la energía de la afición mexicana fue tan intenso que quedó grabado en su memoria.
El encuentro terminó con victoria argentina por 2-0, con goles de Lionel Messi al minuto 64 y Enzo Fernández al 87. Ese resultado fue decisivo para que la Albiceleste avanzara a los octavos de final y, posteriormente, se coronara campeona del mundo.
Aimar destacó que la experiencia de escuchar y sentir la fuerza del himno mexicano es un ejemplo de cómo el fútbol puede unir culturas y generar respeto mutuo, incluso entre rivales. Reconoció que, en esos instantes previos a un partido de alto nivel, los símbolos nacionales adquieren una dimensión especial que trasciende lo deportivo.
El respeto por la cultura mexicana
Para el exjugador, la manera en que los mexicanos entonan su himno refleja orgullo y pasión, elementos que no solo motivan a los propios futbolistas, sino que también pueden inspirar a quienes lo escuchan desde la cancha contraria. Dijo que ese tipo de experiencias enriquecen la carrera de cualquier profesional y dejan claro que el fútbol es también un espacio de intercambio cultural.
La admiración expresada por Aimar hacia el himno de México subraya la relevancia de los símbolos patrios en el deporte. Son momentos que, según él, fortalecen la identidad de un equipo y transmiten un mensaje poderoso a la afición y al mundo entero.
En su relato, quedó patente que, más allá del resultado final, hay instantes que marcan a los protagonistas de los grandes torneos. Para Aimar, el eco de Mexicanos al grito de guerra en Lusail fue uno de ellos: un recordatorio de que la pasión y el orgullo de una nación pueden sentirse incluso en medio de la más intensa competencia internacional.