Industria automotriz mexicana alcanza cifras históricas, pero enfrenta nubarrones

México logró en julio de 2025 su mejor desempeño en producción y exportación de vehículos ligeros en casi una década. De acuerdo con cifras del INEGI, se ensamblaron 309 mil 453 unidades, lo que representa un aumento del 2.3 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, el mayor número registrado desde 2017. En paralelo, se exportaron 289 mil 598 vehículos, lo que implicó un crecimiento anual del 7.9 por ciento y marcó un nuevo récord mensual.

Este crecimiento consolida el mejor arranque de año para la industria automotriz nacional. De enero a julio se han producido más de 2.3 millones de unidades, con un incremento del 0.7 por ciento anual. En cuanto a exportaciones, aunque el acumulado de los primeros siete meses muestra una ligera caída del 1.4 por ciento, el volumen sigue siendo el más alto históricamente, con un total de 1 millón 955 mil 782 unidades enviadas al extranjero.

El desempeño positivo ocurre a pesar del entorno complicado por las tensiones comerciales con Estados Unidos. El vecino del norte impuso nuevos aranceles a vehículos que no están bajo el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo cual ha afectado de manera directa a marcas como Volkswagen, Honda y Mercedes Benz. Estas firmas han registrado caídas significativas en su producción acumulada de enero a julio, con retrocesos del 19.8, 13.5 y 12.6 por ciento respectivamente.

No obstante, otras armadoras han logrado sortear el escenario con éxito. Stellantis aumentó su producción en julio en un 42 por ciento, mientras que Toyota lo hizo en 13.3 por ciento. En el caso de exportaciones, destacan las marcas estadounidenses con fuerte presencia en México: Stellantis creció 24.3 por ciento, General Motors 22 por ciento y Ford 11.3 por ciento, pese a la presión del gobierno estadounidense para relocalizar sus operaciones dentro de su territorio.

El desempeño de las automotrices también ha convertido a algunas entidades federativas en centros clave de manufactura. Aguascalientes, por ejemplo, ha sido calificado como el nuevo gigante automotriz del país por el auge de la producción en su territorio.

Sector de autopartes bajo presión

Contrario a los resultados positivos de la producción de vehículos, la industria mexicana de autopartes enfrenta un panorama más complicado. A causa de la menor demanda de autos en Estados Unidos y la imposición de aranceles sobre materias primas como acero, aluminio y cobre, el sector proyecta cerrar el año con un crecimiento menor al 10 por ciento, una cifra por debajo de sus expectativas.

Durante los primeros cinco meses del año, la industria de autopartes registró un valor de producción de 48 mil 445 millones de dólares, una baja del 8.6 por ciento frente al mismo periodo del año pasado. Según Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), los ajustes en inventarios y compras anticipadas por parte de consumidores estadounidenses han evitado una caída más profunda, pero la tendencia sigue siendo de contracción.

La preocupación mayor radica en los aranceles del 50 por ciento impuestos a productos con alto contenido de acero, aluminio y cobre. Estos incluyen partes estampadas, componentes de suspensión, piezas de aire acondicionado, bisagras y soportes, con un valor de exportación anual cercano a los 2 mil 900 millones de dólares. De mantenerse las tarifas, el impacto económico será considerable y podría profundizarse si no se alcanza un acuerdo en la próxima revisión del T-MEC en 2026.

A pesar de los retos, algunas marcas han optado por mantener sus niveles de ventas de flotillas a través de descuentos, buscando evitar una guerra de precios que deprecie el mercado. Sin embargo, los analistas señalan que el único factor que podría romper esta estrategia sería un incremento sostenido en el poder adquisitivo de los consumidores y la llegada de nuevos compradores al mercado.

La industria automotriz mexicana cierra así un mes con contrastes: por un lado, un desempeño récord que consolida su papel estratégico en la economía nacional; por otro, amenazas externas que podrían empañar los resultados en el segundo semestre del año. El reto estará en equilibrar la fortaleza productiva con la capacidad de adaptación ante un entorno internacional volátil.

Compartir
No Comments

Leave A Comment