Falla en llaves inteligentes desata robos masivos y lleva a juicio a 13 fabricantes en Canadá

En Canadá, una demanda colectiva aprobada por un juez de Quebec abrió la puerta para que trece de los fabricantes de automóviles más importantes enfrenten un juicio por una supuesta falla en los sistemas de llaves inteligentes. La acusación señala que las compañías ignoraron durante años vulnerabilidades que facilitaron el robo de vehículos equipados con esta tecnología, afectando a miles de propietarios que perdieron su auto sin señales de violencia ni advertencias previas sobre el riesgo.

El caso fue impulsado por André Lacroix, habitante de Boucherville, cuya Toyota Highlander 2018 desapareció en abril de 2022 mientras estaba estacionada frente a la casa de su hija. No hubo vidrios rotos ni forzaduras visibles. Lacroix afirma que había cerrado el vehículo con el control y que el manual del propietario no advertía sobre riesgos de seguridad. Según la demanda, desde 2021 ladrones en Quebec y otras regiones comenzaron a usar dispositivos que replican la señal de las llaves inteligentes para abrir y encender los autos sin contacto físico. Además, se alega que los sistemas de diagnóstico a bordo también están expuestos: con solo abrir el cofre, se puede acceder a la computadora del auto, simular una revisión y arrancarlo como si fuera un técnico autorizado.

La acción legal busca representar a más de 10,000 víctimas en Quebec. Exige que las empresas admitan un defecto de diseño en el sistema de acceso remoto y paguen 1,500 dólares canadienses (unos 28,361 pesos mexicanos) por cada vehículo robado a partir del 2 de mayo de 2021. También reclama la misma cantidad para cada unidad vendida o arrendada entre esa fecha y el 2 de mayo de 2024, monto que iría a una organización de defensa del consumidor y no a los propietarios.

Entre las compañías señaladas están Toyota, Honda, Hyundai, Nissan, Mazda, Ford, FCA, Audi, Kia, Mitsubishi, Subaru, Volkswagen y Volvo. Quedaron fuera marcas como Mercedes-Benz, BMW, Porsche y Jaguar Land Rover, así como los modelos con tecnología de banda ultraancha, considerada más segura por su cifrado avanzado. El enfoque legal se centra en los sistemas de proximidad ampliamente instalados antes de estas mejoras.

El fallo no ordena compensaciones inmediatas, pero representa el primer paso para que el caso llegue a juicio y podría derivar en la obligación de que miles de vehículos sean llamados a revisión para mejorar su seguridad electrónica. Las empresas tienen 30 días para apelar. Mientras tanto, el abogado Éric Bouchard, que encabeza la representación legal, ha invitado a más afectados a unirse.

El trasfondo del caso trasciende el robo de automóviles. Se trata también de la confianza en la tecnología que la industria automotriz presentó como un símbolo de modernidad y comodidad. Si el tribunal falla a favor del grupo demandante, podría sentar un precedente que impacte a millones de vehículos en todo el mundo y obligue a replantear los estándares de seguridad de las llaves inteligentes, hoy convertidas en el centro de un posible escándalo global.

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