Tras 150 años, regresa una caja ceremonial a la nación Heiltsuk en Canadá

Después de casi siglo y medio, una caja ceremonial de cedro tallada por la nación Heiltsuk regresó a su comunidad de origen en la costa del Pacífico canadiense. El retorno fue encabezado por Q̓íx̌itasu Elroy White, arqueólogo, jefe hereditario y consejero de la comunidad, quien acompañó personalmente el objeto durante su traslado en avión desde Vancouver hasta Bella Bella, en la región del Gran Bosque del Oso.

La caja fue recibida con danzas, cantos y ceremonias en la casa comunal Heiltsuk como parte de la ratificación de una nueva constitución indígena. Esta caja, fabricada con técnicas ancestrales que implican el curvado de madera de cedro, servía tanto para rituales como para transportar bienes durante viajes en canoa. Muchas de estas piezas fueron saqueadas por misioneros y agentes coloniales a partir del siglo XIX, durante la prohibición del potlatch, una ceremonia de intercambio que regía la vida social de las naciones costeras.

El objeto fue comprado en una subasta por Janet y Dave Deisley, residentes en Utah, quienes tras un tiempo decidieron devolverla al no sentirse cómodos conservándola. A través de contactos personales, coordinaron su entrega al consejo de naciones costeras, que la custodió en Vancouver hasta que la comunidad organizó su retorno con dignidad.

Este caso resalta los desafíos de la repatriación de bienes culturales. La nación Heiltsuk ha identificado más de mil objetos en colecciones privadas y museos, y aunque algunos se han recuperado, el proceso es lento y costoso. Las comunidades suelen absorber los gastos y carecen de espacios apropiados para resguardar los artículos.

Para White, el regreso de la caja simboliza una conexión viva con los ancestros. En agradecimiento, los Heiltsuk obsequiaron a los Deisley una caja contemporánea hecha por un joven artista inspirado en piezas que antes solo había visto en museos. Ahora, puede aprender de una caja ancestral en casa.

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