El «test de la silla» es más un mito viral que una práctica real en reclutamiento serio

El «test de la silla» en entrevistas laborales es un tema recurrente en psicología organizacional y recursos humanos, pero su uso real es más mito que práctica generalizada.

No hay papers científicos que documenten este test específico en contextos laborales. Es mencionado como anécdota en algunos libros de RR.HH., pero su aplicación sistemática es rara. Empresas serias prefieren tests validados (ej: evaluaciones de competencias).

Los reclutadores sí evalúan adaptabilidad y proactividad, pero con métodos éticos. Casos prácticos: «¿Cómo resolverías X problema?». Entrevistas situacionales: «Describe una vez que cambiaste una situación incómoda».

Lo que revela este mito (aunque no sea común)

  • Las empresas sí valoran que los candidatos:
    • Detecten problemas (ej: «Esta silla está inestable»).
    • Actúen con asertividad («¿Podría cambiarme a otra silla, por favor?»).
    • Mantengan el foco (no dejar que lo incidental domine la entrevista).

Consejos si te pasa:

  1. No asumas que es una prueba, pero actúa con naturalidad.
  2. Solución educada:
    • «Disculpe, noto que esta silla está un poco inestable. ¿Podría usar aquella?».
  3. Si decides tolerarlo, explica tu prioridad:
    • «Prefiero seguir aquí para no interrumpir, pero le comento por si luego alguien más la usa».

El «test de la silla» es más un mito viral que una práctica real en reclutamiento serio. Si preguntas a cualquier profesional de RR.HH. con experiencia, te confirmará que las empresas formales usan métodos transparentes (tests psicométricos, casos prácticos, entrevistas estructuradas). Poner trampas físicas podría dañar la reputación de la compañía.

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