Un nuevo virus con potencial pandémico emerge en Norteamérica
Un virus sin precedentes en la región
Investigadores de la Universidad de Queensland, Australia, descubrieron el virus Camp Hill (CHV) en musarañas de cola corta del norte en Alabama, EE.UU. Este virus pertenece al género de los henipavirus, conocidos por su alta letalidad en humanos, con tasas de mortalidad de hasta el 75 % en algunos casos. Hasta ahora, los henipavirus no habían sido detectados en América del Norte, lo que abre interrogantes sobre su distribución global.
Riesgos y antecedentes
El CHV es pariente del virus Hendra (HeV) y del virus Nipah (NiV), ambos con un histórico de brotes mortales en Australia y el sudeste asiático, respectivamente. Según el estudio, estos virus zoonóticos se albergan principalmente en murciélagos, pero pueden infectar a otros mamíferos, incluidos los humanos.
“El descubrimiento de un henipavirus en América del Norte es muy significativo, ya que sugiere que estos virus podrían estar más extendidos de lo que se pensaba”, advirtió Rhys Parry, autor principal de la investigación.
Posible transmisión a humanos
Un henipavirus similar, el virus Langya (LayV), ya ha sido detectado en China, donde se cree que pasó de musarañas a humanos. Aunque hasta el momento no se han registrado contagios de CHV en personas, la posibilidad de un evento de transmisión no puede descartarse.
“Esto indica que puede producirse transmisión de musaraña a humano”, explicó Parry, señalando que el virus también podría afectar a otros animales domésticos como cabras y perros.
¿Un escenario para una nueva pandemia?
El hábitat de la musaraña de cola corta del norte abarca gran parte de EE.UU. y Canadá, en contacto frecuente con ganado y poblaciones humanas. Aunque no se han reportado casos en personas, los expertos subrayan la necesidad de investigar su potencial de infección y establecer estrategias de mitigación.
“Dadas las altas tasas de letalidad de los henipavirus, la detección de CHV en América del Norte plantea inquietudes sobre eventos de propagación pasados y futuros”, concluyen los investigadores.
A pesar de la falta de evidencia de contagios humanos hasta el momento, el descubrimiento de CHV es un recordatorio de la constante amenaza de nuevos patógenos emergentes y la necesidad de vigilancia epidemiológica global.
