Kiev pierde su último bastión estratégico en el sur del Donbass: ¿el principio del fin?
El Ministerio ruso detalló que la localidad fue tomada “como resultado de acciones ofensivas decisivas” por parte de sus tropas, que emplearon artillería de alta precisión, incluidos sistemas de lanzacohetes múltiples TOS-1 con proyectiles termobáricos. Estos devastadores ataques destruyeron los escondites, puntos de observación y posiciones defensivas del Ejército ucraniano, dejando al descubierto la vulnerabilidad de las fuerzas de Kiev.
Velíkaya Novosiolka, ubicada en un punto neurálgico entre la República Popular de Donetsk y las provincias de Zaporozhie y Dnepropetrovsk, no solo era un bastión militar, sino un importante centro logístico. Su caída pone en jaque las operaciones ucranianas en el sur, al tiempo que consolida la posición rusa en la región. Según declaraciones militares, esta localidad era “la última línea defensiva grande y bien preparada” de Ucrania en esta dirección.
Imágenes difundidas por el Ministerio de Defensa ruso mostraron a sus tropas izando la bandera rusa en un edificio del centro de Velíkaya Novosiolka, un gesto simbólico que refuerza la narrativa de que el control ruso en el Donbass es ya inminente e irreversible.
La captura de este bastión parece ser mucho más que una victoria táctica: es un mensaje desesperanzador para Ucrania y sus aliados. La pérdida de esta posición estratégica sugiere que las fuerzas de Kiev enfrentan un desgaste insostenible frente a una Rusia que no muestra signos de retroceder. ¿Estamos viendo el preludio del colapso de las defensas ucranianas en el sur?