Respiración artificial, corazones artificiales… ¿Es posible Sangre artificial?
Desde tiempos remotos, la sangre ha sido símbolo de vida y, por lo tanto, su derramamiento abundante significaba la muerte.
Hoy la sangre significa mucho más, representa un símbolo de vida y de generosidad: Cada año, se realizan 92 millones de donaciones de sangre en el mundo, lo que implica alrededor de 46 millones de litros de sangre moviéndose por nuestro planeta.
El proyecto europeo que pretende desarrollar glóbulos rojos sintéticos para abordar problemas como la falta de suministro de sangre o las infecciones provocadas por transfusiones.
El proyecto europeo llamado ‘SynEry’ (acrónimo de Bottom-up reconstruction of a Synthetic Erythrocyte) tiene como objetivo resolver el problema de suministro de sangre y evitar el riesgo de infecciones transmitidas por transfusiones.
«La tecnología desarrollada en el proyecto podría abrir el camino para construir otras células terapéuticas artificiales, como células T [un tipo de glóbulo blanco formado con células madre en la médula ósea]·, detalla Arántzazu González-Campo, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB).
La experta también señala que la investigación permitirá «crear una tecnología multifuncional y avanzar en campos como la administración de fármacos o la terapia celular». Esto será posible gracias a los sistemas biocompatibles que se formen que facilitarán el transporte de diferentes biomoléculas y fármacos.
La idea con SynEry es que los eritrocitos artificiales imiten «características fundamentales de los naturales», según recalca González-Campo. Los resultados obtenidos con el proyecto servirán como primer paso hacia la obtención de células sanguíneas artificiales, que es el objetivo a largo plazo de la investigación.
Dentro del proyecto, el papel del CSIC es «trabajar en la biofuncionalización y caracterización de nanopartículas para mimetizar y ayudar a la formación de eritrocitos sintéticos», como explican en su web. Para esta labor, la investigadora principal González-Campo no está sola, sino que trabaja con la investigadora predoctoral Chiara Distefano y con la postdoctoral Sara Battista.
Además de este grupo de tres mujeres del CSIC, también participan investigadores de la Universidad UK Lauven (Bélgica), líder del proyecto, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona, el Center for Nanomedicine and Tissue Engineering – CNTE (Italia) y el Integrated Biology of Red Blood Cell – Université Paris Cité – INSERM UMR 1134 (Francia).
La investigación tiene un presupuesto total de 3,2 millones, dado por el Consejo Europeo de Innovación, y entra dentro del programa Horizonte Europa-EIC Pathfinder, cuyo objetivo es invertir en la investigación e innovación en el continente. El proyecto SynEry comenzó en abril de 2022 y tiene un periodo de cuatro años para desarrollarse, por lo que en 2026 se espera ver resultados.
fuente: bbc y el pais